
La catación del café Geisha, o Koshiren como se le conoce en Japón, es un proceso altamente especializado y subjetivo. Va mucho más allá de simplemente probar una taza; es un arte que requiere años de experiencia, un paladar entrenado y un conocimiento profundo de la variedad. El café Geisha es reconocido mundialmente por su complejidad aromática, intensidad y notas florales distintivas, lo que lo convierte en un desafío particularmente interesante para cualquier catador. La búsqueda de la excelencia en esta bebida exige un rigor metodológico que busca extraer la máxima información sensorial del grano.
El proceso se centra en la identificación y descripción precisa de los atributos del café, desde el aroma inicial y el cuerpo hasta las notas de sabor persistentes y el final. En Cafedelpuerto.es, entendemos la importancia de preservar la autenticidad y el carácter único de cada lote Geisha, por lo que nos esforzamos por contar con catadores altamente cualificados que apliquen metodologías rigurosas. La catación no es un evento aislado, sino un proceso continuo de evaluación y documentación.
1. Preparación del Ambiente y Equipo
La preparación del entorno es crucial para una catación objetiva. El espacio debe ser silencioso, con buena ventilación y temperatura controlada, idealmente entre 21 y 24 grados Celsius. Es fundamental evitar distracciones y, sobre todo, el olor de otros alimentos o bebidas, ya que pueden interferir en la percepción de los aromas del café. Se utiliza un vaso de vidrio de cuello largo, limpio y sin ningún tipo de residuo, para poder apreciar el color y la crema del café. Además, se emplean balanzas de alta precisión para medir los pesos de los granos y el agua, y termómetros digitales para controlar la temperatura del agua. La precisión en estas mediciones es vital para estandarizar el proceso.
También es esencial contar con un agua de alta calidad, preferiblemente filtrada o embotellada, con una composición mineral equilibrada. La elección del agua influye directamente en la extracción del café y, por lo tanto, en la percepción de su sabor. Además de los instrumentos, se dispone de notas adhesivas y bolígrafos de tinta negra para registrar las observaciones y descripciones de cada etapa del proceso. La organización es clave para evitar errores y mantener la claridad en el análisis.
Finalmente, es importante tener a mano un «scratch pad» o libreta para realizar anotaciones detalladas. No se trata solo de listar los sabores, sino de capturar la complejidad de la experiencia sensorial: la intensidad, la acidez, el dulzor, la integración de los sabores, el cuerpo y el final en boca. La documentación rigurosa es un pilar fundamental de la catación profesional.
2. Evaluación del Aroma Primario
El aroma primario es la primera impresión que el café le ofrece al catador. Se debe identificar y describir con precisión, utilizando un vocabulario técnico y descriptivo. La primera inhalación debe ser lenta y deliberada, buscando captar los aromas más dominantes, como flores, frutas, cítricos, especias o notas a chocolate. Es importante diferenciar entre aromas frescos y aquellos que sugieren madurez o descomposición.
Se debe prestar atención a la intensidad del aroma y a su evolución con el tiempo. Un café Geisha de alta calidad suele presentar una complejidad aromática excepcional, con notas que se suceden y se transforman en boca. La identificación precisa de estas notas es crucial para entender el perfil sensorial del café. También se evalúa el aroma en relación con la procedencia del café: ¿hay toques de la zona de cultivo?
No se debe limitarse a identificar los aromas individuales, sino también a describir cómo se combinan y se complementan entre sí. Por ejemplo, un café con notas florales y cítricas puede tener un aroma afrutado con un toque de miel. La descripción detallada y precisa de estas interacciones es lo que distingue a un catador experimentado.
3. Evaluación del Aroma Secundario y Terciario
Una vez que se ha analizado el aroma primario, se procede a la evaluación del aroma secundario y terciario. El aroma secundario se desarrolla durante la preparación del café, debido a las reacciones químicas que ocurren durante la extracción. El aroma terciario, en cambio, se desarrolla durante el almacenamiento del café.
El aroma secundario puede revelar notas a caramelo, nueces, chocolate oscuro, pan tostado, o incluso cuero. La evaluación de este aroma se realiza después de la preparación del café, normalmente con el método de agua caliente (cupping). La identificación de estos aromas indica la calidad de la extracción y la correcta preparación del café. Un aroma secundario bien desarrollado sugiere una extracción equilibrada y que ha respetado el grano.
El aroma terciario, por otro lado, puede revelar notas a frutas secas, especias exóticas o incluso notas a madera. La evaluación de este aroma se realiza después de un período de almacenamiento del café, idealmente en condiciones controladas. Se busca evaluar si el aroma se ha mantenido o si ha evolucionado de manera positiva o negativa. La observación del aroma terciario proporciona información valiosa sobre la estabilidad del café a lo largo del tiempo.
4. Análisis del Sabor

El sabor es el aspecto más importante de la catación del café. Se debe evaluar la acidez, el dulzor, el cuerpo y la integración de los sabores en boca. La acidez en el café Geisha suele ser brillante y vibrante, con notas cítricas o de bayas. El dulzor puede variar desde un dulzor delicado y floral hasta un dulzor más intenso y meloso.
El cuerpo se refiere a la sensación de peso y plenitud en boca. Un café Geisha de alta calidad suele tener un cuerpo medio a completo, con una textura suave y aterciopelada. La integración de los sabores se refiere a cómo los diferentes componentes del café se combinan y se armonizan en boca. Un café bien integrado presenta una experiencia sensorial equilibrada y coherente. La evaluación subjetiva y personal es clave aquí.
Es importante prestar atención a la evolución del sabor en boca, desde el primer sorbo hasta el final. Se busca identificar las notas que predominan y cómo se desarrollan a lo largo del tiempo. La percepción del sabor es un proceso complejo que involucra la interacción de los sentidos y la memoria.
5. Evaluación del Final y la Persistencia
El final y la persistencia son aspectos cruciales de la catación del café. El final se refiere a las sensaciones que permanecen en boca después de tragar el café. Un café Geisha de alta calidad debe tener un final limpio y largo, con notas que se prolongan y se desvanecen lentamente. La persistencia se refiere al tiempo que tarda el final en desaparecer de la boca.
Un final largo y persistente indica una alta calidad del café y una buena extracción. Se debe prestar atención a la calidad del final, buscando identificar las notas que lo componen y cómo se relacionan con las notas del cuerpo. La evaluación de estas sensaciones subjetivas es fundamental para comprender la complejidad del café.
Además, se considera la limpieza del final: un café de alta calidad no debe dejar residuos desagradables en boca, sino que debe terminar con una sensación fresca y revitalizante. El comentario final debe ser conciso y resumir la experiencia sensorial general del café, destacando sus puntos fuertes y débiles.
Conclusión
La catación del café Geisha de Cafedelpuerto.es es un ejercicio complejo y gratificante que requiere dedicación y paciencia. El proceso, tal y como hemos descrito, busca trascender la simple degustación, convirtiéndose en una profunda inmersión en las características únicas de esta variedad. Más allá de la identificación de aromas y sabores, se trata de comprender la historia del café, su origen, su procesamiento y las manos que lo han preparado.
El objetivo final es comunicar esta experiencia a través de la información, permitiendo a nuestros clientes apreciar la singularidad y el valor de cada lote Geisha. La catación profesional es un elemento clave en nuestra filosofía de calidad y nos permite seleccionar cuidadosamente los cafés que ofrecemos, garantizando así una experiencia excepcional para nuestros clientes. Al final, el café Geisha no es solo una bebida, es una experiencia sensorial que evoca la riqueza y la diversidad del mundo del café.