La prehistoria de las cafeterías, tal y como las conocemos hoy en día, se remonta a un periodo de grandes transformaciones sociales y económicas en Europa. Antes de la proliferación de establecimientos dedicados exclusivamente al café, existían lugares que ofrecían café como parte de un menú más amplio, añadiéndolo a la oferta de comidas y bebidas. Sin embargo, la búsqueda de la primera cafetería verdaderamente dedicada al café, como un espacio social y cultural, es un desafío histórico fascinante que involucra la investigación de una miríada de documentos dispersos y fragmentarios. Encontrar una única respuesta definitiva es casi imposible, ya que la evolución de esta tradición fue gradual y dependió de factores locales.
El concepto moderno de «cafetería» – un lugar donde la gente se reúne para beber café, conversar y, a menudo, trabajar – se cristalizó durante el siglo XVIII y principios del XIX en Europa, particularmente en Italia y Francia. Este periodo estuvo marcado por la expansión del comercio del café, la aparición de nuevos métodos de preparación y la creciente demanda de este brebaje estimulante. La labor de los historiadores y archiveros ha consistido en desentrañar la trayectoria de estas primeras conexiones con el café, combinando registros comerciales, cartas personales, periódicos de la época y otros documentos relevantes para reconstruir el contexto en el que surgió la cultura del café.
El Café de Florian en Venecia
El Café Florian, ubicado en la Piazza San Marco de Venecia, se considera a menudo como la primera cafetería del mundo. Fundado en 1720 por Florian Caffè, el establecimiento rápidamente se convirtió en un punto de encuentro para artistas, escritores, nobles y viajeros. Inicialmente, el café ofrecía únicamente café «pólvora» (preparado con polvos de café importados de Java), y rápidamente se estableció como una alternativa a los vinos, que a menudo se bebían en la plaza. Importancia de este lugar radica en que introdujo el café en la cultura veneciana y lo transformó en una experiencia social.
Sin embargo, es crucial matizar esta afirmación. El Café Florian ofrecía más que simplemente café; presentaba un ambiente sofisticado con música en vivo, camareros en uniformes y una decoración lujosa. Aunque existían cafés que vendían café antes, Florian fue el primero en crear un espacio dedicado exclusivamente al café, con un programa estructurado de servicios y una atmósfera particular. Documentos de la época, como periódicos venecianos y registros de cuentas, proporcionan evidencia de su popularidad y su papel en la vida social y cultural de la ciudad. La creación del ambiente en sí es lo que lo diferencia.
El Café Procope en París
Paralelamente, en París, el Café Procope (fundado en 1686) también reclama el título de la primera cafetería. Fundado por Luigi Lavazza, un comerciante italiano, el Procope se convirtió en un refugio para intelectuales, filósofos y revolucionarios, incluyendo a Voltaire, Rousseau y Diderot. El café, a diferencia del Florian, inicialmente ofrecía una variedad de bebidas además del café, incluyendo vino y licores, pero rápidamente se especializó en el café. Transformación del Procope, a lo largo de su historia, es un reflejo de los cambios sociales y políticos de Francia.
Los archivos del Procope, que conservan una abundante documentación, confirman su papel como un centro de debate intelectual y político. Cartas, manuscritos y diarios de los visitantes proporcionan información valiosa sobre las ideas y los acontecimientos de la época. Si bien el Procipe no se limitó inicialmente al café, su importancia radica en haber establecido un espacio que fomentaba la discusión y la reflexión, convirtiéndose en un referente para la vida intelectual parisina. La ubicación, en el corazón del Barrio Latino, también contribuyó a su popularidad.
Documentos Comerciales y Registros de Viajes
La investigación de los historiadores se basa en gran medida en la revisión de documentos comerciales y registros de viajes. Estos documentos revelan la creciente demanda de café en Europa y el desarrollo de las rutas comerciales necesarias para su importación. Los registros de las compañías comerciales, como la Compañía Británica de las Indias Orientales, proporcionan información sobre el origen del café y sus costes de transporte.
Asimismo, las cartas de viajeros, como las de Christopher Columbus o Miguel de Cervantes, mencionan la degustación del café en sus viajes a Oriente. Aunque estas menciones no constituyen pruebas de la existencia de cafeterías, sí evidencian el conocimiento y la experimentación con el café en Europa. La análisis de estos documentos, en conjunto, permite comprender la dinámica del comercio del café y su impacto en la cultura europea. La principal herramienta para este tipo de investigación es la digitalización de archivos.
El Papel de los Periódicos y Revistas de la Época
Los periódicos y revistas de la época proporcionan información valiosa sobre la cultura del café y las primeras cafeterías. Las reseñas de restaurantes, los artículos sobre el café y las noticias sobre las nuevas cafeterías se publicaban regularmente en estas publicaciones. Estos documentos ofrecen una visión de cómo el café se percibía y cómo se utilizaba en la sociedad. Análisis de estas fuentes nos permite comprender las actitudes y los hábitos de consumo del café en diferentes contextos.
Además, los periódicos y revistas a menudo contenían anuncios de las cafeterías, que destacaban su ambiente, sus servicios y sus productos. Estos anuncios no sólo revelan la importancia económica de las cafeterías, sino también su papel en la vida social y cultural de las ciudades. La presencia constante del café en los medios de comunicación contribuyó a su aceptación y a la creación de un imaginario social en torno a él. La información es clave para reconstruir la evolución del concepto de cafetería.
Conclusión
La búsqueda de la primera cafetería del mundo es un ejercicio complejo que requiere un análisis cuidadoso de una amplia gama de documentos históricos. Si bien el Café Florian en Venecia y el Café Procope en París son candidatos fuertes, es importante reconocer que la evolución de la cultura del café fue un proceso gradual y difuso. No hay una única «primera cafetería» que pueda ser identificada con certeza.
En última instancia, la historia de las cafeterías es una historia de la adaptación y la innovación. Desde los primeros cafés que ofrecían simplemente café polvoroso a los sofisticados establecimientos que conocemos hoy, las cafeterías han desempeñado un papel importante en la vida social y cultural de Europa y del mundo. La continua investigación y el acceso a los archivos históricos seguirán revelando detalles sobre esta fascinante historia, enriqueciendo nuestra comprensión del café y sus impresionantes raíces.